domingo, 23 de noviembre de 2014

Variaciones lingüìsticas del español en España

¡Hola a  todos! Me ha llevado un tiempo, pero por fin os presento mi blog.
Siempre me he considerado orgullosa de hablar la lengua de nuestro querido Cervantes y aún más de escucharla, ahora  que estoy fuera de mi país me encanta sentir los diferentes acentos o variedades dialectales que nos encontramos en España.

El castellano compone hoy un complejo dialectal en el que conviven varios dialectos internos, como es frecuente en la mayoría de las lenguas del mundo. Esta rica variedad dialectal no impide que se mantenga la unidad y la mutua comprensión entre los hablantes de diversos territorios, gracias a la existencia de una norma culta que unifica y nivela las diferencias regionales y locales.
En el territorio peninsular hay una serie de hablas situadas en la periferia (hablas de tránsito entre los dialectos históricos del Norte y las variedades andaluzas y americanas), muy impregnadas por el castellano popular y rural. Son fundamentalmente el extremeño el murciano y el canario. No son dialectos propiamente dichos, sino variedades habladas que participan de los rasgos de los dialectos vecinos.
 
 
Como he dicho antes me llena de satisfacción escuchar todo tipo de modalidades lingüísticas que encontramos en España y no podría pasar por alto uno de los más significativos como es mi queridísimo andaluz, el cual es un dialecto, ya que posee rasgos distintivos de tipo fónico, morfológico, sintáctico, semántico y pragmático.
 
En el habla andaluza nos podemos encontrar numerosos arcaísmos debido a la providencia mozárabe. El rasgo más significativo del andaluz, dentro de la conciencia peninsular es el seseo, o el ceceo: identificación de s y z en z o en s respectivamente, fenómeno que se opone a la distinción clara de estos sonidos en el resto de León, Castilla y Aragón.